Investigaciones recientes revelan que la felicidad no solo depende de cuánto dinero tenemos, sino de cómo lo gastamos. Un estudio publicado en Nature encontró que gastar en otros, como hacer donaciones o regalar, puede incrementar significativamente el bienestar emocional. La investigación, que involucró a 200 personas de diferentes países, mostró que aquellos que dedicaron parte de su dinero a causas prosociales experimentaron más felicidad que quienes lo gastaron solo en su consumo personal.

Mercedes Jones, socióloga de la Universidad de San Andrés, explica que dar activa áreas cerebrales vinculadas al placer, lo que disminuye el estrés y mejora el bienestar emocional. Además, estudios de diversas universidades han comprobado que la generosidad reduce el cortisol, la hormona del estrés.

Claudia Feler, psicóloga clínica, sostiene que el dinero en sí mismo no compra la felicidad, sino la manera en que se utiliza. Aquellos que invierten en experiencias significativas y en fortalecer relaciones sociales reportan mayor satisfacción con sus vidas.

El estudio también sugiere que el contexto social y cultural juega un papel importante. En una era de redes sociales, la exposición pública del gasto puede alterar la experiencia emocional y motivar a las personas a gastar de forma que favorezca su imagen social.

Por Editorial

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