En medio de un proceso legal por la custodia de su nieto, Maribel Guardia compartió una emotiva y reveladora experiencia en la que las autoridades llegaron a su casa durante la madrugada para llevar a José Julián Figueroa, su nieto, a vivir con su madre, Imelda Tuñón.
La actriz costarricense relató en una conferencia con diversos medios de comunicación que los agentes de la ley irrumpieron en su hogar, rompiendo la puerta, para ejecutar la orden que buscaba reunir al niño con su madre biológica. Este suceso ocurrió días antes de una audiencia en el Juzgado de lo Familiar en la Ciudad de México, donde se decide la custodia del hijo del fallecido cantante Julián Figueroa.
“Rompieron la puerta. Mi esposo, Marco Chacón, tuvo que subir a hablar con él. Le explicamos que estas personas eran buenas y que lo llevarían con su mamá, y él se fue tranquilo”, narró Maribel, quien agregó que tanto ella como su esposo intentaron calmar al menor en ese difícil momento.
Al ser cuestionada por un reportero si esa situación la había hecho sentir como a una delincuente, la famosa actriz respondió: “Ellos venían con credenciales, lo que hacía que todo fuera un proceso legal. Marco lo tranquilizó mucho, le dijo ‘Papito, todo va a estar bien. No te preocupes, estas personas son buenas, vas a ver a tu mamá’. Y él se fue tranquilo, seguramente contento”.
Maribel, quien había estado al cuidado de su nieto desde el fallecimiento de su hijo, reconoció que no le sorprendió la decisión de las autoridades. Aseguró que siempre tuvo claro que el mejor lugar para el niño era con su madre biológica. “Siempre dije que mi intención era que él estuviera con su mamá, porque es el mejor lugar para un hijo”, afirmó.
La actriz también expresó su paz con respecto a la decisión judicial que otorga la custodia temporal del niño a Imelda Tuñón. A pesar de lo impactante del operativo, Maribel subrayó que ya esperaba este momento: “No fue algo que me sorprendiera. Yo siempre supe que este niño hermoso, que tanto amamos Imelda y yo, no iba a quedar conmigo, porque es una ley de vida”, comentó.
Maribel Guardia destacó que su única prioridad ha sido y seguirá siendo el bienestar y la seguridad del niño. “Lo importante aquí no es Imelda ni yo, sino el niño”, concluyó, demostrando así su postura conciliadora y su disposición a anteponer las necesidades del menor por encima de cualquier conflicto legal o emocional.