Un estudio reciente sugiere que el agua pudo haberse formado mucho antes de lo que se pensaba, y que podría haber sido un componente clave de las primeras galaxias. De acuerdo con la investigación publicada en Nature Astronomy, el agua se habría formado entre 100 y 200 millones de años después del Big Bang, mucho antes de lo que se había estimado previamente.

El estudio, liderado por Daniel Whalen de la Universidad de Portsmouth (Reino Unido), utilizó modelos computacionales basados en dos supernovas: una originada por una estrella de 13 veces la masa del Sol y otra por una estrella de 200 veces esa masa. Estos modelos permitieron analizar los productos resultantes de sus explosiones.

Muhammad Latif, investigador de la Universidad de Emiratos Árabes Unidos y coautor del estudio, señaló a EFE que “el agua ya existía incluso antes de que se formaran los bloques fundamentales de nuestra propia galaxia.”

La formación de agua en los primeros días del universo

El hidrógeno y el oxígeno, componentes esenciales del agua, se formaron de distintas maneras en el universo temprano. Los elementos más ligeros, como el hidrógeno, helio y litio, se crearon durante el Big Bang. En cambio, los elementos más pesados, como el oxígeno, son el resultado de reacciones nucleares dentro de las estrellas o de las explosiones de supernovas.

En las simulaciones realizadas por los investigadores, se descubrió que las explosiones de supernovas produjeron 0,051 y 55 masas solares de oxígeno, respectivamente, gracias a las extremadamente altas temperaturas y densidades alcanzadas. Al enfriarse el oxígeno gaseoso y mezclarse con el hidrógeno restante de las supernovas, se formó agua en estado gaseoso, en forma de vapor, que se acumuló principalmente en discos.

Estos discos de agua densa podrían haber sido el núcleo de discos protoplanetarios, que podrían haber conducido a la formación de planetas habitables en los primeros días del universo, según Latif.

Aunque la radiación de la formación estelar posterior podría haber destruido esta agua, el polvo estelar podría haberla protegido de dicha radiación. “Este es un aspecto que exploraremos más a fondo en futuros estudios”, comentó Latif.

En la primera simulación, los investigadores observaron que la masa de agua alcanzó niveles equivalentes a una cienmillonésima o millonésima parte de una masa solar entre 30 y 90 millones de años después de la explosión de la supernova. En la segunda simulación, la cantidad de agua aumentó hasta alcanzar aproximadamente 0,001 masas solares en el transcurso de 3 millones de años.

Por Editorial

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *