En México, las mujeres y niñas son especialmente vulnerables a la violencia digital, que se manifiesta a través de agresiones en línea. Una de las formas más comunes es el ciberacoso, que incluye diversas conductas abusivas a través de internet. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) destaca las siguientes formas de ciberacoso:
- Contactos falsos y suplantación de identidad: Creación de perfiles falsos para acosar o engañar.
- Envío de contenido sexual no solicitado: Recibir imágenes o mensajes sexuales sin consentimiento.
- Mensajes ofensivos y proposiciones inapropiadas: Insultos o propuestas inadecuadas.
- Rastreo de cuentas: Monitoreo y seguimiento de redes sociales o sitios web.
- Críticas sobre apariencia y clase social: Comentarios dañinos sobre la imagen personal.
Otras formas de ciberacoso incluyen:
- Stalking: Acoso persistente mediante la búsqueda obsesiva de información personal. Prevención: Evitar compartir detalles personales, no aceptar solicitudes de extraños y ajustar configuraciones de privacidad.
- Grooming: Un adulto engaña a un menor para ganarse su confianza y obtener contenido sexual. Prevención: Uso de control parental, supervisión de redes y establecer límites en el uso de internet.
- Shaming: Humillación pública a través de las redes sociales. Prevención: Reportar y no compartir contenido humillante.
- Doxing: Revelar información confidencial sin consentimiento. Prevención: Proteger la información personal y mejorar la ciberseguridad.
- Sexting: Envío de contenido sexual que puede ser difundido sin permiso. Prevención: Evitar compartir este tipo de contenido y configurar privacidad para protegerlo.
Cómo prevenir el ciberacoso en general:
- Conservar evidencia de los ataques.
- Bloquear a los acosadores.
- Denunciar el acoso en las plataformas y autoridades.
- Buscar apoyo profesional en caso de afectación emocional.
Protegerse del ciberacoso requiere conciencia, prevención y el uso adecuado de herramientas digitales para asegurar una experiencia segura en línea.