La intensificación de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, impulsada por el presidente Donald Trump, ha comenzado a afectar a grandes corporaciones como Amazon. La compañía estadounidense ha cancelado sin previo aviso numerosos pedidos de productos fabricados en China, Vietnam y Tailandia, como sillas de playa, scooters y aires acondicionados. Aunque Amazon argumenta que algunas cancelaciones se debieron a “errores”, múltiples fuentes afirman que estas decisiones estarían directamente relacionadas con la nueva política arancelaria de Trump.
El 2 de abril, el presidente anunció la imposición de aranceles a más de 180 países y territorios. Poco después, Amazon comenzó a suspender pedidos de importación directa, una modalidad mediante la cual la empresa compra grandes volúmenes directamente a los fabricantes asiáticos y se hace responsable de la importación a Estados Unidos. Con esta estrategia, la empresa había logrado reducir costos durante años, pero el nuevo panorama arancelario ha alterado el modelo de negocio.
Uno de los proveedores afectados, con más de diez años vendiendo productos a Amazon, relató que su pedido de medio millón de dólares fue cancelado después de que ya se había fabricado la mercancía, dejándolo con la responsabilidad de pagar a la fábrica y buscar nuevos compradores. Expertos señalan que la falta de aviso y la magnitud de las cancelaciones podrían obligar a los proveedores a renegociar términos o asumir importantes pérdidas económicas.
La situación refleja un mayor riesgo para Amazon y su cadena de suministro global, especialmente porque gran parte de sus productos dependen de manufactura asiática. En su informe anual, la empresa ya había identificado las tensiones comerciales internacionales como un factor de riesgo para sus operaciones.
A nivel económico, los nuevos aranceles han tenido un impacto más amplio: se han elevado los precios de diversos productos, se ha incrementado la incertidumbre en los mercados y han surgido temores sobre una posible recesión. Como reflejo de esto, las acciones de Amazon han caído un 21 % en lo que va del año, superando la baja del índice S&P 500.