La Luna vuelve a ser el centro de una nueva carrera espacial, y esta vez China ha dado un paso clave: se ha adelantado a Estados Unidos al establecer la primera red de comunicaciones espaciales entre la Tierra y la Luna, un avance crucial para futuras misiones tripuladas.

Hasta ahora, la NASA ha operado con la Red de Espacio Profundo (DSN), un sistema de antenas repartidas en distintas partes del mundo que permite comunicarse con naves fuera de la órbita terrestre. Sin embargo, esta red ya muestra señales de saturación debido al creciente número de misiones espaciales, y además presenta dificultades cuando se trata de mantener comunicación con sondas que orbitan el lado oculto de la Luna.

En contraste, China lleva años construyendo su propia infraestructura. En 2018 lanzó un satélite al punto de Lagrange 2 (detrás de la Luna), lo que permitió a su misión Chang’e 4 operar en el lado oculto del satélite natural. Pero el gran salto llegó en 2024, cuando puso en órbita tres satélites —DRO-A, DRO-B y DRO-L— con el objetivo de crear una red estable de comunicaciones entre la Luna y la Tierra.

  • DRO-A se encuentra en una órbita retrógrada distante, ideal por su estabilidad y cobertura.
  • DRO-B realiza trayectorias complejas entre varios puntos de Lagrange, zonas donde se equilibran las fuerzas gravitacionales.
  • DRO-L, lanzado previamente, orbita la Tierra y ha servido de respaldo mientras sus “hermanos” superaban fallas técnicas para alcanzar sus posiciones finales.

A pesar de las complicaciones iniciales con sus lanzamientos, los tres satélites ya llevan casi un año operando y realizando experimentos clave, como observaciones de rayos gamma, pruebas de comunicación, relojes atómicos y mejora en el posicionamiento lunar.

Con esta red, China no solo asegura una ventaja estratégica en la exploración lunar, sino que también sienta las bases para una futura constelación de satélites que cubriría desde la órbita baja terrestre hasta dos millones de kilómetros de distancia, abriendo paso a operaciones espaciales más ambiciosas y sostenidas.

Por Editorial

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