Durante décadas, los agujeros negros han sido descritos como monstruos cósmicos con un núcleo misterioso: una singularidad, donde la materia colapsa en un punto de densidad infinita y las leyes de la física se rompen. Pero una nueva revisión científica propone algo revolucionario: las singularidades podrían no existir.
Un equipo liderado por Raúl Carballo-Rubio y Stefano Liberati publicó en Journal of Cosmology and Astroparticle Physics un análisis profundo de modelos teóricos que, al incorporar la física cuántica, eliminan la necesidad de una singularidad en el centro del agujero negro.
🔍 ¿La clave? Modelos cuánticos que permiten estructuras estables sin necesidad de colapsos infinitos. Algunos de ellos incluso sugieren que lo que hoy llamamos “agujeros negros” podrían ser mimickers: objetos sin horizonte de sucesos ni núcleo infinito, pero que se ven casi iguales desde lejos.
👁️🗨️ ¿Podemos comprobarlo? Sí. Según los autores, futuros avances en observación —como telescopios más sensibles o nuevas lecturas de ondas gravitacionales— podrían detectar diferencias sutiles en la luz o la radiación emitida por estos objetos, revelando si lo que vemos es realmente un agujero negro… o algo más.
🌌 Esta idea no solo desafía nuestra comprensión de los agujeros negros, sino que podría reescribir nuestra visión del cosmos y del espacio-tiempo.