El llamado “detox de dopamina” ha ganado popularidad en redes sociales como una supuesta solución a la fatiga mental, la apatía y la pérdida de motivación. Sin embargo, especialistas en neurología y salud mental advierten que esta tendencia carece de sustento científico y puede generar confusión sobre cómo funciona realmente el cerebro.

¿Qué es la dopamina y por qué es tan importante?

La dopamina es un neurotransmisor clave en el sistema de recompensa del cerebro. Nos impulsa a realizar actividades necesarias para la supervivencia, como alimentarnos o socializar, y está asociada con la motivación, el placer y el aprendizaje. Pero también cumple funciones esenciales en la memoria, el control del movimiento, el sueño y la respuesta emocional.

Según la Cleveland Clinic, el cerebro está diseñado para repetir comportamientos que liberan dopamina, lo que ha llevado a algunos a interpretar erróneamente su papel en la salud mental y el bienestar.

¿Existe realmente un “exceso” de dopamina?

En internet circula la teoría de que la exposición constante a redes sociales, videojuegos o estímulos digitales sobrecarga el sistema de recompensa del cerebro, provocando una supuesta “fatiga de dopamina”. La solución que proponen estos discursos es alejarse de estos estímulos en un proceso de “desintoxicación”, con la promesa de “reiniciar” el cerebro y recuperar el disfrute de actividades cotidianas.

Sin embargo, instituciones como el Hospital Houston Methodist y la Cleveland Clinic rechazan esta idea. “No hay evidencia de que hacer un detox, tomar suplementos o desconectarse de internet modifique directamente los niveles de dopamina en el cerebro”, explica el neurólogo Dr. William Ondo. “Pero sí sabemos que hábitos como el ejercicio regular o planear actividades gratificantes pueden mejorar el bienestar de forma natural”.

¿Qué pasa cuando los niveles de dopamina están bajos?

Aunque no existe una “enfermedad” llamada deficiencia de dopamina como tal, niveles bajos pueden asociarse con síntomas como falta de energía, desmotivación, insomnio o problemas de memoria. En casos más severos, desequilibrios dopaminérgicos están presentes en enfermedades como el Parkinson. Pero estos cuadros deben ser evaluados clínicamente, y no mediante autodiagnósticos basados en tendencias de internet.

¿Qué sí funciona para mantener el equilibrio?

Los expertos recomiendan estrategias sencillas, respaldadas por la ciencia:

  • Ejercicio físico constante, que estimula naturalmente la producción de dopamina.
  • Alimentación rica en magnesio, con alimentos como semillas, legumbres o vegetales de hoja verde.
  • Tiempo para el ocio y actividades placenteras, esenciales para activar los circuitos de recompensa del cerebro.

El veredicto médico

El llamado “detox de dopamina” es más un fenómeno viral que una herramienta clínica válida. Aunque la idea de reconectar con lo simple y reducir el estímulo digital es positiva en ciertos contextos, esto no reemplaza los abordajes médicos basados en evidencia.

La búsqueda de bienestar emocional debe estar guiada por información confiable y profesionales capacitados. Como coinciden especialistas de Houston Methodist y Cleveland Clinic, el camino real hacia una vida más equilibrada comienza con hábitos saludables, no con soluciones mágicas que circulan en internet.

Por Editorial

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