La reciente entrevista entre Ángela Aguilar y Pati Chapoy, transmitida el pasado viernes 23 de mayo, ha encendido las redes… pero no por lo que dijo, sino por lo que llevó. La cantante no llegó con las manos vacías, y eso no pasó desapercibido: le entregó a la conductora una misteriosa caja que desató todo un escándalo digital.
¿Intento de reconciliación mediática?
Ángela se presentó a la entrevista en compañía de su abuela Eva, y sorprendió a Chapoy con una caja de obsequios justo después de recibir un ramo de rosas por parte de la periodista. El intercambio fue cordial… hasta que se supo qué había dentro.
Durante la emisión de Ventaneando, Pati abrió la famosa caja y mostró su contenido ante las cámaras: unos lujosos aretes, un póster con el rostro de Ángela y una plantilla de tatuajes temporales. “¡Miren nada más qué belleza!”, exclamó emocionada Chapoy, pidiendo a producción que hiciera un acercamiento a las joyas. Aunque no se reveló el valor de los aretes, su apariencia generó más de una ceja levantada.
Las redes estallan: “Todo por limpiar su imagen”
Como era de esperarse, las reacciones no tardaron. Usuarios en redes sociales acusaron a Ángela de intentar “lavar su imagen” justo antes de la entrevista, en medio de la controversia que gira en torno a su matrimonio con Christian Nodal y el escándalo con Cazzu.
Entre los comentarios más fuertes se leen frases como:
“Qué ganas de limpiar una imagen que está totalmente enlodada”,
“Yo pensé que solo entrevistaba a gente importante”,
“Después de ser tan soberbios, ahora andan rogando espacio en televisión”
y “Lo que el dinero puede hacer”.
Incluso, varios apuntaron directamente contra Chapoy por no tocar temas espinosos durante la entrevista. “Solo habló maravillas de ella”, reclamaron, tras ver cómo la conductora expresó: “No saben la ternura que me dio cuando habla de su vida actual como casada”.
¿Estrategia o simple cortesía?
La entrevista, que debía centrarse en la carrera artística y la nueva vida matrimonial de Ángela, terminó generando una ola de suspicacias. ¿Fue una estrategia para ganarse a los medios? ¿Una cortesía mal entendida? Lo cierto es que, lejos de calmar las aguas, el gesto encendió un nuevo capítulo en el drama mediático de la familia Aguilar.