Casi el 40 % de los trabajadores en España considera dejar su empleo este año. Así lo indica un estudio realizado por la empresa Alan, especializada en salud corporativa, que encuestó a 800 profesionales de distintos sectores. Las causas más citadas: el estrés laboral, la falta de conciliación y el síndrome de desgaste profesional, o burnout.
A pesar de que se promueve el autocuidado, el ejercicio y la desconexión digital como soluciones, los empleados afirman que el actual modelo laboral no permite integrarlas. El 60 % reconoce tener dificultades para mantener hábitos saludables en el trabajo, y solo uno de cada cuatro logra hacerlo de forma constante.
Entre los factores más perjudiciales destaca el sedentarismo: el 79 % de los encuestados pasa más de seis horas al día sentado, y un 26 % supera las diez horas. Esto conlleva fatiga física, mental y una caída en los niveles de concentración y energía. La desconexión digital tampoco es efectiva: el 81 % revisa mensajes laborales fuera del horario, lo que incrementa significativamente su nivel de estrés.
El informe también refleja el impacto económico de esta situación: las empresas pierden hasta 16.000 euros al año por trabajador, debido al absentismo, la baja productividad y los problemas de salud derivados del estrés y la fatiga. En los últimos tres meses, los empleados reportaron una media de siete días laborales perdidos por motivos relacionados con el bienestar.
“Las empresas españolas enfrentan una triple amenaza: pérdida de productividad, aumento del absentismo y fuga de talento”, advierte Yoann Artus, director general de Alan en España.
Otros estudios, como el Informe de Bienestar Corporativo 2024-2025, confirman esta tendencia: solo el 2,4 % de los trabajadores califica su bienestar como sobresaliente, y más del 29 % lo considera insuficiente. Además, menos de la mitad cree que su empresa invierte suficientes recursos en salud mental.
En un contexto donde el 60 % de los empleados valora los servicios de bienestar como un factor clave para elegir una empresa, el mensaje es claro: mejorar la salud y el equilibrio laboral no es solo una responsabilidad social, sino una decisión estratégica.