Un fenómeno sorprendente está ocurriendo a nivel planetario: la Tierra está rotando ligeramente más rápido y, como resultado, algunos días del 2025 serán los más breves registrados en millones de años. Aunque los cambios son imperceptibles en la vida diaria, la ciencia ya lo ha confirmado: el tiempo, en términos astronómicos, realmente está pasando más rápido.
¿Por qué sentimos que los días pasan volando?
Expresiones como “¡ya estamos en julio!” o “el año se está yendo volando” son frecuentes, y aunque suelen atribuirse a una percepción subjetiva del tiempo, lo cierto es que la rotación de la Tierra efectivamente ha cambiado. Y aunque el margen es mínimo, tiene implicancias medibles.
La duración oficial de un día es de 24 horas, o 86.400 segundos. Esta cifra se basa en el tiempo que tarda la Tierra en completar una rotación respecto al Sol, algo que los antiguos egipcios ya habían observado. Sin embargo, este movimiento no es constante: fenómenos como la actividad sísmica, los cambios en la atmósfera, la atracción gravitacional de la Luna y las mareas pueden afectar la velocidad de rotación del planeta.
Días más cortos en 2025
De acuerdo con el astrofísico Graham Jones, el 9 de julio, el 22 de julio y el 5 de agosto de 2025 figuran entre los días más breves que se hayan registrado. ¿La razón? En esos momentos, la Luna estará más alejada del ecuador terrestre, reduciendo su influencia gravitacional y permitiendo una rotación ligeramente más rápida del planeta.
Estas son las cifras estimadas:
- 9 de julio de 2025: el día terminará 1,30 milisegundos antes de cumplir las 24 horas exactas.
- 22 de julio: será 1,38 milisegundos más corto.
- 5 de agosto: se recortará en 1,50 milisegundos.
Para ponerlo en perspectiva: un parpadeo dura aproximadamente 100 milisegundos. Es decir, estos cambios representan apenas una fracción de esa duración.
¿Qué consecuencias puede tener?
Aunque los humanos no notamos estos cambios, la tecnología sí. Sistemas como el GPS dependen de una sincronización extremadamente precisa basada en relojes atómicos. Estos relojes calculan la ubicación exacta midiendo el tiempo que tardan las señales satelitales en llegar a nuestros dispositivos. Si la rotación terrestre se acelera o desacelera, los sistemas deben ajustarse para evitar errores en la geolocalización. Estos ajustes son realizados por organismos internacionales especializados, sin intervención del usuario.
La historia de un planeta que cambia su ritmo
Este fenómeno no es del todo nuevo. Según un estudio publicado en Science Advances en 2023, hace 4.500 millones de años, cuando se formó la Luna, un día terrestre duraba menos de 10 horas. La fuerza gravitacional de nuestro satélite natural fue frenando gradualmente esa rotación, alargando los días a medida que pasaban los siglos.
El mismo estudio, liderado por el científico Norman Murray, determinó que hace entre 600 y 2.000 millones de años los días duraban de forma constante alrededor de 19,5 horas.
¿El tiempo pasa más rápido?
En sentido técnico, sí: el planeta está girando más rápido, aunque solo por milisegundos. No es algo que modifique nuestra rutina diaria, pero sí resulta clave para la ciencia y la tecnología moderna. Y aunque parezca anecdótico, estas diminutas variaciones son parte del complejo e incesante movimiento del planeta en el que vivimos.
