En las últimas semanas, el nombre 3I/ATLAS ha generado revuelo en medios y redes sociales, impulsando teorías sobre la supuesta llegada de una “nave alienígena” a la Tierra en noviembre de 2025. Sin embargo, tanto la NASA como astrónomos de renombre han salido a desmentir esta versión con argumentos científicos y observaciones verificadas.

El origen de la especulación se remonta a un estudio publicado por el astrofísico Avi Loeb y sus colegas Adam Hibberd y Adam Crowl, quienes plantean que este objeto interestelar, por su inusual velocidad y trayectoria, podría ser una sonda tecnológica de origen extraterrestre. Aunque la hipótesis ha capturado la atención del público, los expertos coinciden en que no hay evidencia sólida que respalde esa afirmación.


¿Qué es 3I/ATLAS?

3I/ATLAS es el tercer objeto interestelar jamás detectado por la astronomía moderna, después de 1I/‘Oumuamua (2017) y 2I/Borisov (2019). Fue descubierto el 1 de julio de 2025 por el telescopio ATLAS en Chile, operado con apoyo de la NASA. Se encuentra actualmente dentro de la órbita de Júpiter, a más de 670 millones de kilómetros de la Tierra, y su paso más cercano está previsto para octubre, cuando se aproximará al Sol (perihelio).

El nombre del objeto refleja su origen y naturaleza:

  • “ATLAS” por el telescopio que lo descubrió.
  • “I” de “interestelar”.
  • “3” por ser el tercer objeto de este tipo registrado.

Tras su detección, observatorios de todo el mundo comenzaron a estudiarlo y lo clasificaron como un cometa, debido a su núcleo helado y a la presencia de una coma (una nube de gas y polvo que lo rodea).


¿Por qué algunos piensan que podría ser una nave?

El equipo de Avi Loeb ha llamado la atención por sugerir que ciertas características —como su velocidad superior a 221,000 km/h y su trayectoria inusual que lo llevó cerca de Júpiter, Marte y Venus— podrían ser indicios de una tecnología no natural. En su estudio, publicado en el servidor de preimpresión arXiv el 16 de julio, plantean que 3I/ATLAS podría utilizar el brillo del Sol como cobertura para desplegar tecnología sin ser detectado desde la Tierra.

Aun así, el propio Loeb admite que la explicación más probable es que se trata de un cometa natural, pero insiste en que es válido explorar hipótesis poco convencionales si los datos presentan anomalías.


¿Qué dice la comunidad científica y la NASA?

Las reacciones de la comunidad científica han sido mixtas, pero en su mayoría críticas frente a la idea de una sonda alienígena.

  • Samantha Lawler, astrónoma de la Universidad de Regina (Canadá), asegura que el comportamiento del objeto es completamente coherente con el de un cometa expulsado de otro sistema solar.
  • Chris Lintott, de la Universidad de Oxford, calificó la hipótesis como un “disparate” y un “insulto” al trabajo de los astrónomos.
  • Desde la NASA, el ingeniero Davide Farnocchia aclaró que la verdadera incógnita es el tamaño exacto del núcleo, ya que el brillo observado puede variar según la forma y composición del objeto.

Además, el análisis de imágenes captadas por el Observatorio Gemini en Hawái muestra una estructura típica de cometa, sin señales de ingeniería artificial.


¿Pasará cerca de la Tierra?

No. Según la NASA, 3I/ATLAS no representa ninguna amenaza para el planeta. Su trayectoria lo llevará a una distancia mínima de 1.5 unidades astronómicas, es decir, unos 240 millones de kilómetros de la Tierra, una distancia totalmente segura.

Por Editorial

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