El telescopio espacial James Webb capta la señal más sólida hasta ahora de un exoplaneta en la región donde podría existir agua líquida. El hallazgo desafía teorías actuales sobre la formación de planetas.

La posibilidad de que exista un planeta en la zona habitable del sistema estelar más cercano a la Tierra ha ganado fuerza tras un hallazgo reciente del telescopio espacial James Webb. Astrónomos del Instituto de Tecnología de California (Caltech) y la NASA han identificado la evidencia más sólida hasta la fecha de un gigante gaseoso orbitando Alpha Centauri A, una de las dos estrellas similares al Sol que conforman el sistema Alpha Centauri, ubicado a solo 4 años luz de nuestro planeta.

El descubrimiento, reportado en dos artículos científicos aceptados para su publicación, se basa en observaciones realizadas en agosto de 2024 mediante el instrumento de infrarrojo medio (MIRI) del James Webb.

Un planeta en la zona habitable, pero no como la Tierra

El equipo, liderado por los investigadores Aniket Sanghi y Charles Beichman, logró obtener por primera vez una imagen directa de un candidato planetario ubicado en la zona habitable de una estrella tan parecida al Sol y tan cercana a la Tierra. Sin embargo, este mundo no sería un planeta rocoso como el nuestro, sino un gigante gaseoso con una masa estimada similar a la de Saturno.

Los datos sugieren que el planeta orbita Alpha Centauri A en una trayectoria elíptica, a aproximadamente dos unidades astronómicas de su estrella, es decir, el doble de la distancia entre la Tierra y el Sol. Esta ubicación lo sitúa en la zona habitable, una región donde las temperaturas permitirían la presencia de agua líquida en superficie, aunque, por su naturaleza gaseosa, no sería apto para la vida tal como la conocemos.

Además, la presencia de un planeta tan grande en esa zona podría dificultar la existencia de mundos rocosos más pequeños en órbitas cercanas.

Un desafío técnico superado por el Webb

Detectar este posible planeta no fue tarea sencilla. Alpha Centauri es un sistema binario compuesto por dos estrellas brillantes, cuyas luces combinadas dificultan la observación de cuerpos más tenues.

Para aislar la señal del planeta, el equipo utilizó una máscara coronográfica en el instrumento MIRI del telescopio Webb, diseñada para bloquear el intenso resplandor estelar. Posteriormente, aplicaron sofisticadas técnicas de procesamiento de imagen para eliminar la interferencia lumínica de ambas estrellas, logrando revelar un objeto cuya luminosidad es más de 10.000 veces menor que la de Alpha Centauri A.

“Estas observaciones son increíblemente difíciles, incluso con el telescopio espacial más potente del mundo, porque estas estrellas son muy brillantes, están muy cerca entre sí y se mueven rápidamente por el cielo”, explicó Charles Beichman, director ejecutivo del Instituto de Ciencia de Exoplanetas de la NASA en Caltech.

Un hallazgo sin precedentes cerca de casa

Aniket Sanghi, coautor del estudio, destacó la importancia del descubrimiento: “Si se confirma, este planeta sería el más cercano a su estrella anfitriona jamás fotografiado, y uno de los más similares en temperatura y edad a los gigantes gaseosos de nuestro sistema solar”.

Aunque las imágenes obtenidas son prometedoras, la existencia del planeta aún no ha sido confirmada. Observaciones de seguimiento con el propio James Webb no lograron detectar nuevamente la señal, lo que, según simulaciones del equipo, podría deberse a que el planeta se encontraba demasiado cerca de su estrella en ese momento, dificultando su detección.

Próximos pasos y el futuro de la exploración planetaria

Los investigadores planean realizar nuevas observaciones, tanto con el James Webb como con el próximo telescopio espacial Nancy Grace Roman, cuyo lanzamiento está previsto para mayo de 2027. El objetivo es recopilar más datos que permitan confirmar —o descartar— la presencia de este planeta.

Hasta ahora, se han confirmado tres planetas en órbita de Proxima Centauri, la tercera estrella del sistema Alpha Centauri. Sin embargo, no se había detectado ningún planeta alrededor de Alpha Centauri A o B, que son las más parecidas al Sol.

El hallazgo plantea nuevos interrogantes sobre la formación y estabilidad de planetas en sistemas binarios. La presencia de un gigante gaseoso en una región tan dinámica y cercana a una estrella como Alpha Centauri A podría desafiar las teorías actuales sobre cómo se forman y evolucionan los sistemas planetarios.

Este posible nuevo exoplaneta, si se confirma, no solo sería un vecino cósmico, sino también una pieza clave para entender los mecanismos que dan forma a los mundos más allá de nuestro sistema solar.

Por Editorial

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