La actriz Chloë Grace Moretz y la modelo Kate Harrison celebraron su unión matrimonial durante el fin de semana del Día del Trabajo en Estados Unidos, culminando casi siete años de relación con una boda íntima y profundamente significativa. El enlace, cubierto en exclusiva por Vogue, reflejó la personalidad y los gustos únicos de la pareja, alejándose de las convenciones tradicionales y apostando por una experiencia auténtica y personalizada.

El evento tuvo lugar en un entorno natural, donde las invitadas disfrutaron de actividades como pesca, paseos a caballo, juegos de póker y hasta una sesión de baile en línea. Cada detalle fue cuidadosamente planeado para capturar la esencia de su historia de amor y el vínculo que han construido a lo largo del tiempo.

Moda con historia: los looks nupciales

Ambas novias confiaron en la casa Louis Vuitton para diseñar sus atuendos, en colaboración directa con el director creativo Nicolas Ghesquière. El resultado fueron piezas únicas que trascendieron la moda, convirtiéndose en parte fundamental de la narrativa de su boda.

Moretz sorprendió con un elegante vestido azul celeste acompañado de un velo a juego, una elección poco convencional que evocaba el glamour del Hollywood clásico. Para la celebración posterior, optó por un conjunto blanco de chaqueta y pantalón, complementado con un sombrero vaquero, que imprimió un toque lúdico y festivo a la noche.

Por su parte, Kate Harrison lució inicialmente un tradicional vestido blanco con velo de catedral, que más tarde transformó en un moderno conjunto de corsé y pantalones, acompañado por una capa transparente con delicados tirantes metálicos y botones al frente.

Una historia de amor discreta y sólida

La relación entre Chloë y Kate se hizo pública en 2018, cuando fueron vistas por primera vez juntas en un restaurante de Malibú. Desde entonces, decidieron mantener un perfil bajo, compartiendo solo momentos esporádicos de su vida en pareja.

El compromiso fue anunciado el 1 de enero de 2025 a través de redes sociales, donde mostraron orgullosamente sus anillos diseñados por la joyera Elizabeth Potts. Ambas trabajaron en conjunto para crear piezas únicas, confeccionadas con diamantes victorianos, pensadas como futuras reliquias familiares.

“Nos emocionaba la idea de que fueran no solo nuestros anillos, sino símbolos de herencia. Queríamos que reflejaran nuestra historia y nuestro futuro”, explicó Moretz.

Amistades cercanas y un entorno de complicidad

Entre quienes acompañaron a la pareja en los preparativos destacaron la actriz Kiersey Clemons y Jessica Lucatorto, prima de Kate. La conexión con sus seres queridos fue un pilar fundamental durante los días previos al enlace, reforzando el ambiente de apoyo, intimidad y complicidad que ha definido su relación.

La ceremonia estuvo cargada de emoción, especialmente cuando Kate habló sobre la expectativa de ver a su esposa con el vestido por primera vez:

“Lo que más me emociona, aparte de casarme, es ese momento de la primera mirada. No sabíamos cómo se vería la otra con su vestido. Ese instante será muy especial. ¡Estoy lista!”, afirmó con entusiasmo.

Chloë, por su parte, reflexionó sobre el compromiso que representa el matrimonio después de tantos años juntas:

“Hemos estado casi siete años construyendo esto. Para nosotras, renovar esa promesa de una manera nueva, con votos, es reafirmar que nos elegimos todos los días”.

Una boda que celebra el amor auténtico

La unión de Chloë Grace Moretz y Kate Harrison no solo fue una celebración del amor, sino una manifestación de autenticidad, estilo y compromiso. Con una ceremonia que combinó elegancia, modernidad y emociones genuinas, la pareja dejó claro que su historia continúa escribiéndose con la misma pasión con la que comenzó.

Por Editorial

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