Los aficionados a la astronomía tienen una cita especial este otoño: dos cometas de largo periodo, descubiertos este año, se están convirtiendo en protagonistas del cielo vespertino. Se trata de C/2025 A6 (Lemmon) y C/2025 R2 (SWAN), ambos con órbitas muy excéntricas y periodos superiores al milenio.
El cometa Lemmon se acerca a su punto más brillante
C/2025 A6 Lemmon fue hallado en enero por el astrónomo Carson Fuls dentro del programa de observación del Observatorio Mount Lemmon (EE. UU.). Según cálculos del especialista Syuichi Nakano (Central Bureau for Astronomical Telegrams), en su punto más lejano del Sol estaba a 36.000 millones de kilómetros, lo que corresponde a un periodo orbital de 1.350 años.
En abril, el cometa pasó cerca de Júpiter y esa interacción gravitatoria acortó su órbita en unos 200 años. Ahora, Lemmon se encuentra en plena aproximación a la Tierra: pasará a 101 millones de kilómetros el 21 de octubre y alcanzará su perihelio (punto más cercano al Sol) el 8 de noviembre a 79 millones de kilómetros.
Los datos de la Base de Datos de Observaciones de Cometas (COBS) muestran que su brillo aumenta cada semana. Si cumple las expectativas, podría llegar a magnitud +3 a finales de octubre, haciéndose visible a simple vista desde zonas rurales oscuras. Su coma —la nube de gas y polvo que rodea al núcleo— podría apreciarse con facilidad, sobre todo al atardecer.
El cometa recorrerá las constelaciones de Leo Menor, Osa Mayor, Perros de Caza y Boyero, situándose a finales de octubre cerca de la estrella Arturo. Para localizarlo se recomiendan cartas celestes, como las del astrónomo Gideon van Buitenen, y observar desde lugares con cielos despejados y sin contaminación lumínica.
El recién llegado SWAN
El segundo protagonista es C/2025 R2 (SWAN), descubierto hace apenas una semana por el instrumento Solar Wind Anisotropies (SWAN) de la sonda SOHO. El cometa emergió tras su conjunción con el Sol y ahora está bien posicionado para observarse con prismáticos o telescopios pequeños.
Aunque no será visible a simple vista, su coma y cola iónica se pueden distinguir con equipos modestos desde zonas rurales. Para encontrarlo, las cartas celestes son también esenciales, así como utilizar estrellas brillantes de referencia para ubicar su posición.
Un espectáculo para los observadores
Ambos cometas constituyen una oportunidad excepcional para astrónomos aficionados y fotógrafos del cielo. Lo ideal es un horizonte oeste despejado y cielos oscuros para captar todo su esplendor.
Como recordaba el cazador de cometas David H. Levy:
“Los cometas son como los gatos: tienen colas y hacen exactamente lo que quieren”.
Este otoño, Lemmon y SWAN podrían dar la sorpresa y ofrecer uno de los espectáculos astronómicos más memorables de 2025.
