Un planeta solitario, sin estrella que lo acompañe, está creciendo a un ritmo que desconcierta a la comunidad científica. Los astrónomos observaron que este cuerpo celeste, bautizado como Cha 1107-7626, está absorbiendo polvo y gas a seis mil millones de toneladas por segundo, la tasa de crecimiento más alta jamás registrada para un planeta.

A diferencia de los planetas de nuestro sistema solar, Cha 1107-7626 flota libremente por el espacio, sin órbita ni sol propio, y su hallazgo representa un avance clave en la comprensión de cómo se forman y evolucionan los mundos fuera de los sistemas estelares tradicionales.


🌌 Un planeta errante… y hambriento

Detectado por el Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral (VLT de ESO), ubicado a unos 620 años luz de la Tierra, en la constelación del Camaleón, este planeta rebelde posee entre cinco y diez veces la masa de Júpiter y continúa formándose activamente.

Su crecimiento se debe a un proceso conocido como acreción, en el que el gas y el polvo de un disco circundante caen sobre su superficie. Lo sorprendente es que la tasa de acreción de este planeta se multiplicó por ocho en apenas unos meses, lo que sugiere una actividad interna e inestabilidad inéditas.

“Pensamos en los planetas como mundos tranquilos y estables, pero este descubrimiento muestra que los objetos que flotan libremente pueden ser escenarios increíblemente dinámicos”, explicó Víctor Almendros-Abad, astrónomo del Observatorio Astronómico de Palermo (INAF).


🌠 ¿Planeta o estrella frustrada?

El origen de los llamados planetas errantes sigue siendo un misterio. Algunos astrónomos creen que nacen como estrellas de baja masa, mientras que otros sugieren que son planetas expulsados violentamente de sus sistemas de origen.

“Este hallazgo difumina la línea entre estrellas y planetas, y nos ofrece una ventana a las primeras etapas de formación de estos mundos solitarios”, señaló la Dra. Belinda Damian, astrónoma de la Universidad de St. Andrews.

Durante la observación, el equipo detectó que la composición química del disco cambió radicalmente durante el evento de acreción, incluyendo la aparición de vapor de agua, un fenómeno nunca antes observado en un planeta.


🔭 Un vistazo al futuro de la exploración planetaria

Este hallazgo abre una nueva era en el estudio de los planetas que viven fuera del sistema solar y de la influencia de una estrella, mundos que podrían representar una forma alternativa de evolución planetaria.

Con el próximo Extremely Large Telescope (ELT) de ESO, los científicos esperan observar con mayor detalle estos procesos de “crecimiento estelar en miniatura” y entender cómo algunos planetas pueden comportarse más como estrellas que como los mundos que conocemos.

“Estamos viendo cómo un planeta escribe su propia historia, lejos de la luz de un sol”, concluyó Almendros-Abad.

Por Editorial

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