La NASA no ha activado un protocolo de defensa planetaria por el paso del cometa interestelar 3I/Atlas, a pesar de los rumores que circularon en redes sociales durante los últimos días. La confusión surgió por la coincidencia de tres anuncios distintos sobre el mismo objeto, lo que llevó a que algunos medios interpretaran erróneamente una alerta internacional.

De acuerdo con la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN, por sus siglas en inglés), el cometa 3I/Atlas alcanzará su punto más cercano al Sol el 29 de octubre, a casi 200 millones de kilómetros de distancia, antes de abandonar definitivamente el sistema solar.

Una campaña científica, no una emergencia

La IAWN anunció una campaña de observación entre noviembre de 2025 y enero de 2026, con el fin de estudiar la posición, velocidad y comportamiento del cometa. Este tipo de monitoreos son comunes y forman parte de los ejercicios anuales que realizan los observatorios espaciales, sin implicar riesgo alguno para la Tierra.

La NASA explicó que los protocolos de defensa planetaria —coordinados por la ONU— solo se activan cuando existe una probabilidad real de impacto, superior al 1%. Esto ocurrió, por ejemplo, con el asteroide 2024 YR4, que a inicios de 2025 fue evaluado por su potencial de colisión antes de descartarse cualquier peligro.

En el caso de 3I/Atlas, su órbita hiperbólica no representa amenaza alguna, y las alarmas surgidas en redes sociales se deben más a desinformación que a hechos científicos.

Un visitante interestelar con características únicas

3I/Atlas es el tercer objeto interestelar detectado en la historia, proveniente de fuera del sistema solar. Viaja a unos 220 mil kilómetros por hora y seguirá su curso tras rodear al Sol.
Su composición química —con níquel pero sin hierro— y una cola orientada al Sol lo distinguen de cualquier cometa previamente estudiado. Además, su material parece más antiguo que el propio Sol, lo que lo convierte en una oportunidad única para los astrónomos.

La hipótesis “tecnológica” y el papel de Avi Loeb

La atención mediática aumentó luego de que el físico Avi Loeb, de la Universidad de Harvard, sugiriera que el cometa podría tener origen artificial. Durante una charla en YouTube con la actriz Mayim Bialik, el investigador bromeó sobre la posibilidad de que 3I/Atlas fuera una nave espacial.

Loeb utiliza su propia “escala de probabilidad” para medir objetos interestelares, en la que este cometa obtiene 4 de 10 puntos, aunque no existe evidencia científica que respalde la teoría. El propio Loeb reconoció que la probabilidad de que 3I/Atlas sea una nave es mínima.

Por Editorial

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