Un equipo internacional de científicos del Reino Unido, Bélgica, China y Estados Unidos logró una observación sin precedentes del comportamiento magnético del Sol. Por primera vez, se obtuvo evidencia directa de las ondas de Alfvén torsionales a pequeña escala en la corona solar, un fenómeno buscado desde hace más de 80 años.
El hallazgo, publicado en la revista Nature Astronomy, se consiguió gracias al telescopio solar Daniel K. Inouye, el más potente del mundo, ubicado en Hawái. Este avance podría ser clave para resolver uno de los mayores enigmas de la astrofísica: por qué la corona solar alcanza temperaturas de millones de grados, mientras que la superficie del Sol apenas llega a unos 5,500 °C.
🌌 Un hallazgo que resuelve un misterio de ocho décadas
El profesor Richard Morton, líder del estudio y miembro de la Universidad Northumbria (Reino Unido), explicó la magnitud del descubrimiento:
“Este hallazgo pone fin a una búsqueda que comenzó en los años 40. Por fin hemos podido observar directamente estos movimientos torsionales que retuercen las líneas del campo magnético en la corona”, señaló.
Las ondas de Alfvén, llamadas así por el físico sueco Hannes Alfvén, ganador del Premio Nobel de Física, son perturbaciones magnéticas capaces de transportar energía a través del plasma solar. Aunque se habían detectado versiones grandes asociadas a erupciones, es la primera vez que se observan sus variantes pequeñas y persistentes, que podrían alimentar la energía del Sol de forma continua.
🛰️ Tecnología de vanguardia desde Hawái
El avance fue posible gracias al espectropolarímetro criogénico de infrarrojo cercano (Cryo-NIRSP), un instrumento del telescopio Inouye capaz de distinguir detalles minúsculos en la corona solar y medir con precisión los movimientos del plasma.
Morton explicó el desafío técnico:
“El movimiento del plasma en la corona está dominado por oscilaciones laterales que ocultan los giros torsionales. Tuvimos que desarrollar un método para eliminar esas oscilaciones y así detectar el movimiento real de torsión”.
Mientras las ondas tipo kink mueven las estructuras magnéticas de un lado a otro, las ondas de Alfvén torsionales las hacen girar sobre su propio eje, generando desplazamientos espectrales —hacia el rojo y azul— que solo pueden detectarse mediante análisis espectroscópico.
☀️ Energía oculta en la corona solar
La corona, visible durante los eclipses, puede alcanzar temperaturas de hasta un millón de grados, permitiendo que el plasma escape en forma de viento solar, el cual influye directamente en el clima espacial.
Comprender este proceso es vital: el viento solar puede alterar satélites, sistemas GPS y redes eléctricas terrestres. Además, las ondas de Alfvén podrían explicar los “retrocesos magnéticos” detectados por la sonda Parker de la NASA, que transportan energía a través del sistema solar.
“Esta investigación valida los modelos que explican cómo la turbulencia de las ondas de Alfvén alimenta la atmósfera solar”, añadió Morton. “Ahora podemos contrastar la teoría con observaciones reales”.
🌠 Colaboración internacional
El estudio fue realizado por expertos de la Universidad de Pekín, la Academia China de Ciencias, la Universidad KU Leuven (Bélgica), la Universidad Queen Mary de Londres y el Observatorio Nacional Solar de Estados Unidos.
Los investigadores prevén que este descubrimiento impulse nuevas exploraciones sobre la transferencia y disipación de energía en la atmósfera solar, abriendo una nueva era en la comprensión del astro rey.
