El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que su gobierno identifica plenamente a los líderes del narcotráfico en México y que estaría dispuesto a autorizar ataques para frenar el flujo de drogas hacia su país. Las declaraciones se dieron durante una conferencia de prensa realizada este lunes en la Oficina Oval de la Casa Blanca.
Cuestionado por periodistas sobre la posibilidad de emprender acciones militares en territorio mexicano, Trump respondió:
“¿Lanzaría ataques en México para detener las drogas? Está bien conmigo. Lo que tengamos que hacer para detener las drogas.”
Aunque matizó que no estaba anunciando una acción inmediata, reiteró que se sentiría “orgulloso” de hacerlo porque, a su juicio, “salvaría millones de vidas”.
“No estoy contento con México”
El mandatario afirmó que ha sostenido conversaciones con el Gobierno de México y que sus interlocutores “saben” cuál es su postura.
Respecto a la crisis de sobredosis en Estados Unidos, señaló:
“Estamos perdiendo cientos de miles de personas al año a causa de las drogas. Mucho de eso viene de México.”
Trump también aseguró que recientemente observó “grandes problemas” en la Ciudad de México, en referencia a los hechos de violencia ocurridos en el Zócalo durante la marcha de la Generación Z, que circularon ampliamente en medios internacionales.
Durante su intervención, destacó una presunta reducción del 85% en el ingreso de drogas por vías marítimas:
“Conocemos todos los corredores, conocemos la dirección de cada narco, sabemos su puerta de entrada, lo sabemos todo.”
Según Trump, cada embarcación destruida por la Guardia Costera “salva 25,000 vidas estadounidenses”, al evitar que drogas lleguen a comunidades afectadas por adicciones.
Las declaraciones representan un cambio de tono respecto a su discurso previo, en el que había elogiado la cooperación de la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum en materia de seguridad y combate al narcotráfico.
Operación Lanza del Sur y tensiones en Venezuela
Las palabras del mandatario se dieron en el contexto de la Operación Lanza del Sur, un despliegue militar ordenado por la Casa Blanca para combatir el narcotráfico en Latinoamérica. Esta estrategia ha incrementado la tensión con Venezuela, debido a la posibilidad de una intervención estadounidense en ese país.
Desde septiembre, fuerzas estadounidenses han destruido más de una veintena de lanchas presuntamente utilizadas por organizaciones criminales en el Caribe y el Pacífico, especialmente cerca de Venezuela y Colombia, dejando más de 70 personas muertas en acciones clasificadas como “ataques cinéticos letales”.
Consultado sobre la posibilidad de una intervención directa en territorio venezolano, Trump afirmó:
“No descarto nada, simplemente tenemos que encargarnos de Venezuela.”
El presidente dijo estar dispuesto a hablar con su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, aunque insistió en que se mantiene abierto a “todas las opciones”.