El planeta fantasma que formó la Luna revela su secreto: Theia nació más cerca del Sol que la Tierra

25 de noviembre de 2025.
Un nuevo análisis de rocas lunares ha permitido a la comunidad científica acercarse como nunca al origen de Theia, el misterioso planeta que desapareció tras chocar con la Tierra hace 4.500 millones de años y cuyo impacto dio origen a la Luna.

El estudio, publicado en Science y liderado por el Instituto Max Planck de Investigación del Sistema Solar y la Universidad de Chicago, concluye que Theia se formó en el sistema solar interior, incluso más cerca del Sol que la propia Tierra.


Una colisión que cambió la historia del sistema solar

El gigantesco impacto entre la joven Tierra y Theia no solo creó la Luna, sino que modificó la masa, la trayectoria y la composición química de nuestro planeta. Aunque Theia desapareció, sus restos permanecen tanto en la Tierra como en la Luna.

Los investigadores analizaron con precisión inédita las proporciones de isótopos metálicos —especialmente de hierro— en 15 rocas terrestres y seis muestras lunares de las misiones Apolo.

El resultado fue sorprendente:
Tierra y Luna son químicamente indistinguibles, lo que confirma que ambos cuerpos comparten un origen prácticamente idéntico y que la colisión mezcló sus materiales de manera inseparable.


Isótopos: la huella del sistema solar primitivo

Los científicos explican que los isótopos —versiones de un mismo elemento con distinto número de neutrones— permiten identificar la región del sistema solar donde se formó un cuerpo celeste. En la etapa temprana del sistema solar, estos isótopos no estaban distribuidos de forma uniforme, por lo que funcionan como marcadores de origen.

Además del hierro, el estudio se apoyó en los isótopos de cromo, molibdeno y circonio, claves para reconstruir diferentes fases de la formación planetaria.


Ingeniería inversa para reconstruir a Theia

Con la composición conocida de la Tierra y la Luna, los científicos elaboraron una especie de “ingeniería inversa” para determinar los posibles ingredientes de Theia: su composición, tamaño y origen.

Los modelos sugieren que:

🔹 Tierra y Theia se formaron como planetas vecinos, en regiones muy cercanas al Sol.
🔹 Aunque la Tierra puede explicarse como mezcla de meteoritos conocidos, Theia no coincide con ningún tipo de meteorito catalogado, lo que sugiere un origen incluso más interior en el sistema solar.

“El escenario más convincente es que la mayoría de los bloques de construcción de la Tierra y Theia se originaron en el sistema solar interior. Es probable que fueran vecinas”, explicó Timo Hopp, autor principal del estudio.


Un planeta perdido, pero no olvidado

Aunque Theia dejó de existir como cuerpo independiente tras el impacto, sus huellas químicas permiten reconstruir su historia. Este estudio acerca a la ciencia a resolver uno de los mayores enigmas sobre los orígenes de la Tierra y ofrece la evidencia más sólida hasta ahora sobre el lugar de nacimiento del planeta que nos dio la Luna.

Por Editorial

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