El rey Carlos III ha retirado los últimos honores reales que aún conservaba su hermano, Andrés Mountbatten-Windsor, profundizando así la caída pública del exduque de York tras años de escándalos y presiones sobre su figura. La decisión fue formalizada en la London Gazette, el boletín oficial británico.

Los títulos eliminados

El comunicado, fechado el 1 de diciembre con efecto retroactivo al 30 de octubre de 2025, establece que el monarca ordenó:

  • La cancelación de su nombramiento como Caballero Compañero de la Muy Noble Orden de la Jarretera, otorgado en 2006.
  • Su eliminación del Registro de dicha Orden.
  • La pérdida de su título de Caballero Gran Cruz de la Real Orden Victoriana, distinción otorgada por la reina Isabel II.

La Casa Real británica había anunciado desde finales de octubre su intención de retirarle todos los honores y distinciones restantes, proceso que ahora queda cerrado de manera oficial.

Años de escándalos y pérdida progresiva de poder

El declive de Andrés comenzó en 2019, tras una polémica entrevista con la BBC sobre su relación con Jeffrey Epstein, el financiero condenado por explotación sexual de menores. Desde entonces ha sido apartado de la vida pública.

En 2022, Isabel II le retiró sus títulos militares y patronazgos reales, después de que un tribunal estadounidense rechazara desestimar la demanda por agresión sexual presentada por Virginia Giuffre, víctima de Epstein. Andrés llegó posteriormente a un acuerdo extrajudicial, negando siempre cualquier conducta ilícita.

Royal Lodge y una negociación tensa

La retirada de honores viene acompañada de otra exigencia: abandonar Royal Lodge, la mansión de 30 habitaciones ubicada cerca del castillo de Windsor, donde vivía con su exesposa Sarah Ferguson.

Aunque Andrés cuenta con un contrato de arrendamiento de 75 años que le otorgaba derechos sólidos sobre la propiedad —y en la que invirtió 9,9 millones de euros—, el rey ha ordenado su salida. El exduque finalmente ha aceptado, aunque la mudanza podría prolongarse hasta febrero.

El acuerdo ha abierto una nueva disputa: las condiciones de su nuevo hogar dentro de la finca de Sandringham, propiedad privada del monarca. Fuentes citadas por el Mirror afirman que Andrés exige:

  • Una casa de 6 o 7 habitaciones,
  • Personal completo (cocinero, jardinero, ama de llaves, chofer),
  • Y seguridad policial.

Un antiguo cortesano incluso comentó que Andrés “regateará hasta el último detalle”, dado que la negociación implica compensarlo por el contrato de Royal Lodge.

El golpe personal más duro para el príncipe Andrés

Según fuentes internas citadas por la prensa británica, la pérdida de su estatus ha sido más devastadora para Andrés que las propias acusaciones de conducta inapropiada. Aseguran que nunca ha superado que lo apartaran de la vida pública.

A pesar de la eliminación de sus honores, fuentes al interior del Palacio afirman que sigue pidiendo que el personal lo trate con títulos reales.
Su único reconocimiento oficial restante es el de vicealmirante de la Marina Real, obtenido tras 22 años de servicio, aunque también existe presión para que sea retirado.

Por Editorial

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