A pesar de su sabor atractivo, las salchichas son un producto de carne procesada con un aporte nutricional muy limitado. Se recomienda consumirlas con moderación o evitarlas por completo, ya que su consumo frecuente puede acarrear efectos adversos para la salud.
Estas salchichas suelen incorporar colágeno comestible derivado de cartílagos, tendones y nervios, además de una serie de aditivos y posibles contaminaciones cruzadas. Comparadas con la carne de cerdo, su aporte proteico es significativamente inferior, mientras que contienen alrededor de un 18% de grasa. Profeco identifica algunas marcas como las peores y más engañosas, resaltando la importancia de estar alerta y leer cuidadosamente las etiquetas de estos productos.