“Soy el loco de la familia, el que nadie espera, pero que sueña con tenerlo todo”, reza una hoja en un cuaderno encontrado por el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco.
El reciente hallazgo de tres crematorios clandestinos en un rancho de Teuchitlán, Jalisco, ha conmocionado al país, revelando la cruel realidad del crimen organizado y la impunidad con la que opera para desaparecer y asesinar a miles de mexicanos cada año. En el lugar, fueron descubiertos al menos 200 restos humanos, lo que evidencia la magnitud de la tragedia.
Todo comenzó el 7 de marzo, cuando el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco publicó una transmisión en vivo mostrando los hornos utilizados para calcinar cuerpos, junto con cientos de prendas de ropa, maletas y objetos personales de presuntas víctimas apiladas en diversos puntos de la finca, ubicada en la localidad de La Estanzuela.
Días después, el colectivo continuó compartiendo imágenes de objetos encontrados entre los restos: biblias, fotografías de niños, llaveros, carteras, relojes y cartas de despedida. Entre estos, una hoja en un cuaderno contenía la siguiente frase: “Soy el loco de la familia, el que nadie espera, pero que sueña con tenerlo todo”.
El colectivo también difundió una carta firmada por Eduardo Lerma Nito, un joven de 20 años, en la que se despide de su “amor” y le pide que lo recuerde. “Mi amor, si algún día ya no regreso, sólo te pido que recuerdes lo mucho que te amo y digas se me fue mi enojón, berrichón y celoso”, decía el emotivo mensaje. Varios objetos personales encontrados, como mochilas e identificaciones, indicaron que las víctimas provenían de diferentes estados de la República.
Ante ello, la Fiscalía de Zacatecas informó que trabajará junto con las autoridades de Jalisco para identificar a las víctimas y determinar si alguna de ellas es originaria de Zacatecas.
El colectivo denunció además que el rancho, a tan solo una hora de Guadalajara, servía también como un centro de adiestramiento para nuevos reclutas del Cártel Jalisco Nueva Generación. En el lugar se encontraron llantas utilizadas para ejercicios físicos, así como un circuito de “pecho tierra” con alambrado de púas sostenido por troncos, además de casquillos y esposas.
Entre las fotografías publicadas, se observaron listas con apodos agrupados en 12 bloques de 10 personas, además de un listado con siete miembros del “comando instructor”. Algunos apodos presentaban asteriscos, lo que generó mayor inquietud sobre el funcionamiento del lugar.
El colectivo hizo un llamado a los jóvenes a no caer en las falsas ofertas laborales que prometen sueldos de hasta 5 mil pesos semanales, ya que estos anuncios resultan ser una trampa para reclutar personas al Cártel Jalisco Nueva Generación. “Al llegar a ese lugar te quitan todas tus pertenencias, ilusiones, y prácticamente les perteneces. Ellos deciden si vives, dependiendo de si eres útil como carne de cañón. A ellos no les importa, solo eres un número más, y así es como terminan muchos jóvenes, que al principio tienen la ilusión de ser importantes al portar un arma, pero la mayoría acaba en estos crematorios, con los huesos calcinados”, advirtió el colectivo en su cuenta de Facebook.
Horas después del hallazgo, se reveló que el rancho había sido asegurado en septiembre de 2024 por la Fiscalía de Jalisco, aunque la dependencia aseguró que no se encontraron indicios de cremaciones clandestinas en el lugar en ese momento. Ante estas declaraciones, el colectivo denunció que, cuando llegaron al lugar, no había sellos de aseguramiento ni candados, y la puerta estaba abierta, lo que permitió el acceso al sitio. Condenaron también que la información sobre el lugar no se revelara hasta que ellos viralizaron el hallazgo.
En las redes sociales, Myriam Hernández, una usuaria de Facebook, compartió que las pertenencias de una persona conocida como “China” fueron encontradas entre las apiladas en el rancho, lamentando que estuviera “tan lejos de su hogar”, aunque no especificó su lugar de origen.
Este macabro descubrimiento también generó noticias falsas, como la de que una madre buscadora había decidido abandonar la lucha tras conocer el campo de adiestramiento y crematorio. No obstante, Guerreros Buscadores de Jalisco desmintió esta información, aclarando que la persona mencionada era una madre buscadora de Sonora que no había participado en la búsqueda.