El dolor muscular después del ejercicio es una creencia común en el mundo del fitness, pero no es un indicador de que hayas trabajado lo suficiente. Los expertos afirman que el dolor no es un requisito para el crecimiento muscular.

Cedric Bryant, fisiólogo del ejercicio, aclara que aunque el dolor leve puede ser normal debido a pequeños desgarros en las fibras musculares, no es necesario para fortalecer los músculos. De hecho, muchas personas siguen mejorando su forma física sin experimentar dolor. Si no sientes molestias, es posible que tus músculos se hayan adaptado a tu rutina y se hayan vuelto más eficientes.

En lugar de usar el dolor como medida de progreso, los expertos sugieren observar mejoras en la fuerza, resistencia y cambios visibles en los músculos. Si eres capaz de levantar más peso o aumentar la intensidad de tus entrenamientos, eso indica que estás progresando.

Un dolor excesivo puede ser contraproducente, ya que dificulta el rendimiento y aumenta el riesgo de lesiones. Es importante dar tiempo a los músculos para que se recuperen. Si experimentas dolor, es recomendable reducir la intensidad de tus entrenamientos, hidratarte adecuadamente y considerar masajes para aliviar la molestia.

En casos de dolor intenso o debilidad, o si notas orina oscura, es fundamental buscar atención médica, ya que podría ser un signo de rabdomiólisis, una condición grave. Para el dolor leve o rigidez, se sugiere continuar con ejercicios de baja intensidad para favorecer la recuperación. La clave está en escuchar a tu cuerpo y permitirle descansar cuando sea necesario.

Por Editorial

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