Una mujer de 77 años del municipio de Acacoyagua, Chiapas, fue diagnosticada con miasis causada por gusano barrenador, una enfermedad poco común en humanos y que generalmente afecta al ganado. La Secretaría de Salud confirmó que se trata del primer caso humano registrado en la región.

Según el reporte oficial, la paciente está estable, bajo tratamiento con antibióticos, y fue trasladada al Hospital de Alta Especialidad Ciudad Salud, en Tapachula, donde continúa recibiendo atención médica.

Tras la detección del caso, autoridades estatales y federales activaron protocolos de vigilancia y control, ya que este tipo de gusano, conocido científicamente como Cochliomyia hominivorax, suele encontrarse en animales de pastoreo. Por eso, además de atender a la paciente, se inició una investigación en la zona y se reforzaron las labores de prevención.

¿Qué está haciendo el gobierno?

Las Secretarías de Salud y Agricultura, junto con personal del SENASICA (Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria), ya están en el terreno realizando acciones de capacitación, control y monitoreo. Hasta ahora, no se han identificado más casos en humanos, pero la jurisdicción sanitaria de Tapachula mantiene brigadas activas en la comunidad para evitar nuevos contagios.

Este caso ocurre luego de que, a finales de 2024, Chiapas enfrentara un brote de gusano barrenador en ganado. En su momento, se pidió a los productores revisar constantemente a sus animales y se instaló una barrera sanitaria en el sur del país para contener la plaga. Las acciones se reforzaron en febrero pasado con el apoyo del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).

¿Qué es el gusano barrenador y por qué es tan grave?

El gusano barrenador del ganado es la larva de una mosca que deposita sus huevos en heridas abiertas. Al nacer, las larvas se alimentan del tejido vivo del huésped —animal o humano—, lo que provoca una condición llamada miasis.

Esta enfermedad no solo es dolorosa, también puede volverse peligrosa si no se trata a tiempo, ya que puede provocar infecciones graves y afectar órganos sensibles como la nariz, los ojos, la boca o los oídos. En los animales, también impacta su productividad y, en casos extremos, puede llevar a la muerte.

El tratamiento implica la extracción manual de las larvas, limpieza de la herida y administración de antibióticos y desinfectantes.

Aunque es más común en zonas tropicales y con condiciones de higiene limitadas, este tipo de casos en humanos sigue siendo raro en México.

Por Editorial

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