Julio César Chávez Jr. está por volver al ring, y lo hace con un objetivo claro: redimirse y demostrar que aún puede competir con dignidad en un mundo del boxeo cada vez más dominado por el espectáculo. El pugilista mexicano enfrentará el próximo sábado 28 de junio al youtuber Jake Paul en el Honda Center de Anaheim, California, en lo que considera una de sus últimas oportunidades para resurgir.

“Después de estar en el suelo, esta es mi última oportunidad para reivindicar mi carrera y mi nombre”, dice el hijo del Gran Campeón Mexicano, en un ejercicio de autoconciencia que él mismo sugiere podría ser el encabezado de esta nueva etapa en su vida deportiva.

Sin caer en provocaciones

Como es costumbre, Jake Paul ha intentado encender el ambiente con declaraciones provocadoras, asegurando que no solo vencerá a Chávez Jr., sino que hará sentir orgulloso al padre del mexicano, insinuando que Julio Jr. nunca lo logró. Ante esto, el excampeón mundial respondió con firmeza:

“¿Qué se puede esperar de alguien como Jake Paul? ¿Tú crees que va a hacer sentir orgulloso a alguien como Julio César Chávez? No. Para los peleadores de antes, es una vergüenza que tengamos que tomar este tipo de oportunidades”.

A pesar del desdén, reconoce que aceptar la pelea también tiene una lógica inevitable en el negocio del boxeo actual: “Uno inicia en el boxeo por dos cosas: reconocimiento y dinero. Y él tiene esos ingredientes. Si eres inteligente, tienes que aprovechar estas oportunidades. Dime tú, en tu trabajo, si te ofrecen que te paguen diez veces más, ¿qué prefieres?”.

Una estrategia clara para el ring

Sobre su preparación táctica, Chávez Jr. tiene claro cómo enfrentará a un rival que ha sido más reactivo que técnico:

“Voy a presionar y trabajar la defensa. Sus golpes son visibles, pero ha peleado con boxeadores que no tienen defensa. Hay que presionarlo sin dejarlo pensar, porque no está acostumbrado a eso”.

Cerca del adiós

Con 38 años y una carrera marcada por altibajos, el retiro ya es un tema que Chávez Jr. no evade:

“Ya no me quedan muchos años en el boxeo. Como dijo Mike Tyson, el legado no existe; uno se muere y nadie se acuerda. Así que hay que ganar dinero, ganar peleas y vivir el momento. Lo que quiero es dejar peleas que la gente recuerde”.

Y si pudiera hablar con el joven Julio de hace 14 años, sería directo:

“Le diría que no usara drogas y que se portara bien, que se dedicara a entrenar. Pero ya no puedo, así que… ni modo”.


La pelea entre Julio César Chávez Jr. y Jake Paul no será solo un cruce entre dos estilos —el del boxeo tradicional y el del entretenimiento digital— sino también un momento crucial en la vida de un peleador que ha vivido entre la herencia de la gloria y las sombras de sus propias decisiones. En sus palabras y en sus puños está la intención de no ser solo el hijo de una leyenda, sino alguien que también forjó su historia.

Por Editorial

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