Un equipo internacional de astrónomos ha identificado un objeto masivo y distante que podría ser el tan buscado Planeta Nueve, una hipótesis que ha intrigado a la comunidad científica desde hace años. Este posible planeta, más grande que Neptuno, habría sido captado en dos observaciones infrarrojas separadas por más de dos décadas.
El objeto se encontraría a unas 700 unidades astronómicas del Sol, es decir, unos 105.000 millones de kilómetros, lo que lo colocaría muy por fuera de la órbita de Neptuno, el último planeta oficialmente reconocido del sistema solar. Debido a esta enorme distancia, habría pasado desapercibido durante décadas.
El hallazgo se basa en la comparación de datos infrarrojos del satélite IRAS (1983) y el telescopio japonés AKARI (2006–2011). Los investigadores, liderados por el astrónomo Terry Long Phan, identificaron un objeto que se desplazó 47,4 minutos de arco en ese periodo, lo cual coincide con el movimiento esperado para un planeta lejano.
La posibilidad de un noveno planeta ganó fuerza en 2016, cuando los astrónomos Michael Brown y Konstantin Batygin propusieron su existencia para explicar la extraña alineación de varios objetos en el Cinturón de Kuiper, como Sedna. La nueva señal refuerza esta teoría, ya que el objeto ha sido detectado en dos misiones independientes.
El origen de este posible planeta sigue siendo incierto. Podría haber sido expulsado desde una órbita más cercana al Sol o haber sido capturado por el sistema solar en sus etapas tempranas, según sugiere Phan. Para confirmar su existencia, el equipo planea observar su ubicación con telescopios como la Cámara de Energía Oscura en Chile.
Sin embargo, los científicos se mantienen cautos. La señal detectada es muy tenue y aún podrían existir explicaciones más simples. Nuevos instrumentos como el Observatorio Vera C. Rubin o el telescopio espacial Nancy Grace Roman podrían ofrecer respuestas concluyentes en los próximos años.