La pelea entre Saúl ‘Canelo’ Álvarez y William Scull terminó generando más controversia que emoción. Y es que, tras un combate deslucido, el púgil cubano encendió la polémica con una frase que sonó a burla y frustración:
“Me ganaron una pelea sin darme golpes”, declaró en entrevista para ESPN, apenas minutos después de bajar del ring.
Scull, quien fue criticado por evitar constantemente el intercambio con el mexicano, se mostró sorprendentemente conforme con su actuación, presumiendo los pocos impactos recibidos y lamentando la manera en que se desarrolló el combate.
“No era la estrategia huir, pero así se dio. Es una pena, porque esto es boxeo: dar y que no te den… y yo casi no recibí golpes”, agregó, dejando entrever su inconformidad con la decisión unánime de los jueces a favor del campeón tapatío.
Las cifras no mienten… pero tampoco convencen
De acuerdo con los datos de CompuBox, el combate fue parejo en volumen de golpes de poder: ‘Canelo’ conectó 56, Scull 55. Pero donde el cubano marcó diferencia fue en la zona alta: acertó 22 golpes de poder a la cabeza del mexicano, contra solo 8 del ‘Canelo’.
Sin embargo, el multicampeón mexicano dominó una estadística crucial: los golpes al cuerpo. Mientras que Scull solo conectó 6 veces al torso de Álvarez, el mexicano le descargó 40 impactos al cuerpo, reflejo del castigo sostenido y la presión que impuso durante los 12 asaltos.
¿Fue boxeo o fue baile?
En redes sociales, el debate está encendido: mientras algunos acusan a Scull de “bailar” toda la pelea para evitar una paliza, otros creen que su estilo defensivo expuso a un ‘Canelo’ menos agresivo de lo habitual. Las palabras del cubano, lejos de calmar las aguas, han sido vistas por muchos como un intento de restarle mérito a la victoria del mexicano.
Lo que es un hecho es que el sabor de boca que dejó el combate fue amargo. Ni la potencia de ‘Canelo’ ni la táctica de Scull lograron emocionar a los fanáticos… pero las declaraciones post pelea sí lograron prender fuego al debate.