Un experimento inédito marca un hito en las tecnologías de comunicación y medición espacial.

China ha conseguido lo que hasta hace poco parecía imposible: detectar con un rayo láser un satélite que orbita la Luna, a más de 130.000 kilómetros de distancia desde la superficie terrestre. El experimento, calificado como un “éxito rotundo” por científicos del país asiático, representa un avance clave en el desarrollo de tecnologías ópticas para la exploración espacial.

La prueba fue realizada entre el sábado y el domingo por el Laboratorio de Exploración del Espacio Profundo de China, utilizando un láser infrarrojo disparado desde los Observatorios de Yunnan. La señal logró alcanzar con precisión un retrorreflector instalado en el satélite Tiandu-1, que devolvió la señal a la Tierra en una fracción de segundo.

Una precisión sin precedentes, incluso a plena luz del día

Uno de los aspectos más destacados del experimento es que se realizó durante el día, superando con éxito la interferencia solar, una barrera técnica que hasta ahora impedía realizar mediciones láser precisas entre la Tierra y la Luna bajo condiciones de alta luminosidad. Según los científicos, el nivel de precisión alcanzado es comparable a “acertar a un solo cabello desde 10.000 metros”, como explicaron al medio IFL Science.

El telescopio utilizado, de 1,2 metros de diámetro, logró captar el rayo reflejado, validando uno de los registros más precisos realizados hasta la fecha en órbitas lunares. Hasta ahora, este tipo de mediciones solo era posible durante la noche, lo que limitaba considerablemente su aplicación.

Un paso hacia las comunicaciones láser interplanetarias

Los satélites Tiandu-1 y Tiandu-2 fueron lanzados el pasado 20 de marzo junto al satélite de retransmisión Queqiao-2. Tras alcanzar sus respectivas órbitas lunares el 29 de ese mes, comenzaron una serie de pruebas tecnológicas, entre ellas, este experimento con láseres.

Este logro no solo representa una mejora en la precisión del rastreo orbital, sino que abre el camino para sustituir gradualmente las ondas de radio por sistemas de comunicación óptica, mucho más rápidos y eficientes. Si bien la NASA también ha trabajado con tecnología similar, hasta ahora no se había logrado estabilizar el uso de láseres en condiciones de alta luz solar.

Clave para futuras misiones lunares e interplanetarias

Este avance tiene implicaciones directas en futuros proyectos internacionales, como la Estación Internacional de Investigación Lunar, en la que será esencial contar con sistemas de navegación y comunicación de alta precisión. La demostración técnica realizada con el Tiandu-1 refuerza la viabilidad de los sistemas láser en la exploración profunda del espacio, y posiciona a China como uno de los actores clave en la nueva era de la conquista lunar.

Por Editorial

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