Un nuevo estudio sugiere que las franjas observadas en la superficie marciana serían el resultado de polvo seco y no de flujos de agua líquida, como se pensaba.
Durante décadas, los científicos han observado extrañas franjas oscuras en los cráteres y laderas de Marte, interpretadas por muchos como posibles indicios de flujos de agua líquida. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en Nature Communications pone en duda esta teoría y plantea una explicación mucho más seca: polvo.
Tras analizar más de 500,000 imágenes satelitales, investigadores de las universidades de Brown (EE. UU.) y Berna (Suiza) concluyen que estas marcas —conocidas como “rayas recurrentes en pendientes”— podrían ser causadas por polvo de grano extremadamente fino que, al desprenderse por ráfagas de viento o impactos de meteoritos, se comporta de forma similar a un líquido.
“El polvo seco puede fluir, ramificarse y formar patrones como dedos, muy similares a los del agua, especialmente bajo las condiciones de baja gravedad en Marte”, explicó Adomas Valantinas, autor del estudio.
Las franjas, que miden entre 600 y 775 metros de largo, aparecen repentinamente, sortean obstáculos y desaparecen con el tiempo. Se han identificado millones de estas formaciones, sobre todo en el hemisferio norte del planeta rojo.
¿Qué significa esto para la búsqueda de vida?
Durante años, se pensó que estas rayas podrían estar relacionadas con agua líquida salada (salmueras), lo que abriría la posibilidad de microambientes habitables en la superficie marciana. Aunque esa posibilidad aún no se descarta del todo, este nuevo hallazgo sugiere que los procesos detrás de estas formaciones son mayoritariamente secos.
“Si estas rayas no están vinculadas al agua, debemos enfocar nuestros esfuerzos en otros lugares más prometedores para buscar signos de vida”, concluyó Valentin Bickel, coautor del estudio.