Un equipo internacional de astrónomos ha identificado a LID-568, un agujero negro supermasivo que consume materia a un ritmo 40 veces superior al límite de Eddington, el cual establece la cantidad máxima teórica que un agujero negro puede devorar. El hallazgo sitúa a este agujero negro en el universo primitivo, apenas 1,500 millones de años después del Big Bang.

“Este agujero negro se está dando un festín”, comentó la astrónoma Julia Scharwächter del Observatorio Gemini y NOIRLab. El comportamiento extremo de LID-568 sugiere que la alimentación rápida por encima del límite de Eddington podría explicar por qué estos agujeros negros tan masivos existieron tan temprano en el universo.

El límite de Eddington regula cómo los agujeros negros acumulan materia, ya que el material no cae directamente en el pozo gravitacional, sino que forma un disco a su alrededor. Solo el material en el borde interior del disco cruza el horizonte de eventos hacia el agujero negro.

Los agujeros negros supermasivos, que suelen encontrarse en el centro de las galaxias, desempeñan un papel fundamental en la formación y evolución de estas estructuras cósmicas.

Por Editorial

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